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Demostrando la manera de tu escape
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Mi santidad está mucho más allá de mi propia capacidad de comprender o saber lo que es. No obstante, Dios, mi Padre, Quien la creó, reconoce que mi santidad es la Suya. Nuestra Voluntad conjunta comprende lo que es. Y nuestra Voluntad conjunta sabe que así es.
Padre, mi santidad no procede de Mí. No es mía para dejar que el pecado la destruya. No es mía para dejar que sea el blanco del ataque. Las ilusiones pueden ocultarla, pero no pueden extinguir su fulgor ni atenuar su luz. Se yergue por siempre perfecta e intacta. En ella todas las cosas sanan, pues siguen siendo tal como Tú las creaste. Y puedo conocer mi santidad, pues fui creado por la Santidad Misma, y puedo conocer mi Fuente porque Tu Voluntad es que se Te conozca.
El problema no es que el universo tenga muchas dimensiones, sino que es cualquier dimensión. Cualquier concepto de dimensión, sea cual sea, se debe extrapolar hasta la objetividad o dualidad.
Estás construido en una postura de razonamiento donde el infinito se sustrae del denominado proceso científico.
Finalmente la única anomalía que jamás puede existir para el raciocinio de la mente finita es el infinito. Sin embargo, que lo finito o el pensamiento limitado (al que puedes llamar potencial activado) llegará a una conclusión de un infinito finito es una probabilidad absoluta.